¿Qué es la Tos Ferina y como prevenirla?

La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad respiratoria que se transmite fácilmente de persona a persona. Causada por la bacteria Bordetella pertussis, esta enfermedad es particularmente peligrosa para los niños menores de un año, aunque puede afectar a personas de todas las edades.

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La tos ferina se caracteriza por intensos ataques de tos, seguidos de una inhalación aguda y sonora conocida como “gallo”. Estos accesos de tos pueden durar semanas, y en muchos casos, la persona afectada sufre una gran fatiga y dificultad para respirar. En los bebés y niños pequeños, la enfermedad puede ocasionar complicaciones graves como neumonía, convulsiones y, en algunos casos, la muerte.

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Los síntomas de la tos ferina suelen desarrollarse en tres fases:

1. Fase catarral (1 a 2 semanas): En esta etapa inicial, los síntomas se parecen a los de un resfriado común, como congestión nasal, tos ligera, fiebre baja y malestar general. Esto puede dificultar el diagnóstico temprano.
   
2. Fase paroxística (2 a 4 semanas): Aquí, los ataques de tos se vuelven más intensos y frecuentes. Después de un acceso de tos severo, la persona puede emitir un sonido agudo al inhalar aire, lo que es característico de la enfermedad. En algunos casos, los accesos de tos pueden provocar vómitos.
   
3. Fase de convalecencia (semanas a meses): Aunque los ataques de tos disminuyen en frecuencia e intensidad, la tos puede persistir durante semanas o meses.

La prevención de la tos ferina es fundamental para evitar brotes; la principal medida de prevención es la vacunación.

1. Vacuna DTP (Difteria, Tétanos y Tos Ferina): La vacuna combinada DTP es la forma más eficaz de prevenir la tos ferina. Esta vacuna se administra a los niños en una serie de tres dosis durante los primeros meses de vida, seguida de refuerzos a los 4 y 6 años. También se recomienda una dosis de refuerzo a los 11 o 12 años, y en algunos países se promueven dosis adicionales para adultos, especialmente si están en contacto cercano con bebés.
   
2. Vacunación en el embarazo: Las mujeres embarazadas, especialmente durante el tercer trimestre, deben vacunarse para proteger a sus bebés recién nacidos. La vacunación de la madre ayuda a que el bebé reciba anticuerpos que lo protejan contra la tos ferina hasta que pueda recibir su propia vacunación.
   
3. Higiene y medidas preventivas: Aunque la vacuna es la principal herramienta de prevención, también es importante seguir medidas generales de higiene, como cubrirse la boca al toser o estornudar, lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas infectadas.

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